Pronto culmina este año y empieza uno nuevo. Es probable que a inicio de este año te hayas trazado algunos propósitos. También es posible que hayas logrado un par de ellos, otros estén en proceso y los demás (humm, bueno…). No pasa nada.
Aquí no estamos para recriminar lo que no hayas hecho, sino para retomar con amor el camino en donde lo hayas dejado y compartir algunos pasos para conquistar tus propósitos.
Eso sí, te advertimos que si esta vez quieres lograr tus objetivos es importante que estés dispuesto a pagar el precio. ¿Y cuál es? Varía, de acuerdo a lo que desees lograr y a qué tan distante estés, aquí y ahora, del punto al que aspiras llegar.
Esta no es una fórmula mágica o perfecta, son sugerencias basadas en la experiencia de personas que han logrado replicar, una y otra vez, sus metas a través de un sistema personal con pasos similares.
Paso 1 – el trabajo previo
Es posible que tengas muy claros tus objetivos, pero no todos son tan afortunados. Si tus propósitos no son claros o resultan confusos, allí tenemos el primer motivo por el que no los logras.
Elige un lugar tranquilo en el que puedas concentrarte y minimizar las interrupciones.
- Planifica dentro de tu semana un espacio de tiempo para dedicarte a esto.
- Sé íntegro y respeta esa cita contigo. Es importante que fortalezcas tu autoconfianza.
- Si tenías objetivos para este año revisa cuáles eran. Señala cuántos lograste y cuántos quedaron pendientes.
- Esos que quedaron pendientes con qué área(s) de tu vida se relacionan: contigo mismo, profesional, relaciones, financiera, otras.
- Enumera las razones por la que crees que no lo lograste.
Esto te puede funcionar como una autoevaluación para detectar patrones, creencias limitantes o factores que minaron nuestra capacidad de logro. Reconocerlo de antemano te ayuda a evitar repetir el patrón, buscar apoyo para superar esas limitaciones y prepararte mejor.
Paso 2 – crea tu lista y prioriza
Llegó el momento de soñar despierto y definir la lista de aquello que queremos lograr en diferentes áreas de nuestra vida.
Ojo aquí. Podemos querer 100 cosas sin embargo estudios en el área de ejecución establecen que al manejar más de 3 metas claves de forma simultánea te dispersas, te desenfocas y logras CERO, bolero (así dicen en mi país).
Recomendaciones:
- Haz una lista que no sea tan extensa (unos 20 puntos, si son 10 mejor), de lo que para ti es extremadamente importante lograr durante el año.
- Conoces los coladores de pasta que tienen múltiples hoyos para que se escurra el agua y solo la pasta sea la que quede. Vas a hacer un proceso similar. Tomarás tu lista de 20 o 10 y la vas a priorizar, de acuerdo al valor que lograr ese propósito tiene para ti.
- Por ejemplo, si la lista es de 10 objetivos, le darás el #1 al más significativo para ti, ese que si lo logras, como única cosa en el año, igual te haría sentir muy bien. Luego el #2, el #3 y así sucesivamente.
- Como mencionamos al inicio de este punto que la estadística es positiva cuando manejas 3 objetivos como máximo, tomarás los 3 primeros de tu lista y esos serán con los que iniciarás el año; esa será la pasta que queda en el colador.
Decimos iniciarás, porque si logras alguno de estos 3 objetivos antes que finalice el año, añades el que sigue en la lista. Lo esencial es manejar solo 3 propósitos importantes y grandes, en simultáneo.
La causa de que muchos fallen con sus listas de propósitos es que son muy extensas y tratan de manejar casi todo a la vez. Enfócate y conquista. Solo 3 a la vez; si logras uno, incorporas el que sigue hasta que desarrolles tu sistema de logro de metas.
En este punto, si te cuesta enumerar tus propósitos en orden de prioridad, hazte estas 2 preguntas: ¿por qué esto es importante para mí? Y ¿cómo me voy a sentir cuando lo logre? Muchas veces las preguntas correctas son la mejor guía para encontrar la respuesta.
Paso 3 – pule la redacción
Aquí viene el otro motivo por el que muchos propósitos se quedan a mitad de camino, la redacción es pobre y no define la brecha a cubrir. Si regresas al inicio de esta entrada cuando dijimos, no hay fórmulas mágicas, comentamos que mucho depende de la distancia que hay entre dónde estás y a dónde quieres llegar. Eso es lo que define el precio a pagar.
Una buena meta nos deja ver clara la brecha o ese camino que tenemos que recorrer y al que le daremos seguimiento en el paso 4.
Comparto ejemplos:
Propósito ambiguo: Rebajar o disminuir medidas
Propósito claro: rebajar de 130 a 120 libras, de enero a mayo de 2018.
El primer propósito enuncia que deseamos bajar de peso pero no dice cuánto ni para qué fecha. El segundo establece que la cantidad a bajar son 10 libras y que tenemos de enero a mayo para lograrlo.
Con la claridad del segundo propósito podemos definir un plan realista, entre alimentación, ejercicios y otras opciones, que nos ayude a llegar a donde queremos. Otra forma de decirlo podría ser, rebajar 10 libras en 5 meses, contando a partir de enero 2018. Queda claro que son 10 libras lo que queremos bajar y el tiempo límite que hay para lograrlo.
Resumen: la redacción de tu meta debe ser sencilla, con algún verbo (en este caso rebajar); debe decir dónde estamos ahora (de 130) y a dónde queremos llegar (a 120). A este recorrido, o distancia es lo que llamamos brecha. Y debe tener la fecha límite para lograrlo.
Un dato más que tu meta sea 2R (retadora y realista). Lo suficientemente desafiante para que te inspire, sin embargo alcanzable de acuerdo a tus capacidades y recursos.
Ya estás a la mitad, aún quedan algunos pasos para conquistar tus propósitos.
UNOS PASOS MÁS Y ESTÁS LISTO
# 4 – define tu estrategia
En el punto 3 estableciste el QUÉ, es decir lo que quieres lograr de forma muy específica. En este punto definirás el CÓMO lo vas a lograr. En otras palabras, las estategias para logras metas.
Si tu meta fuera, por ejemplo: culminar mi maestría para el 31 de diciembre de 2018. El tiempo límite es de 12 meses, de enero a diciembre y la brecha es la cantidad de materias que te faltan por cursar y aprobar. Si aún te faltan 8 materias debes ver si es realista que las puedas cursar todas en esos 12 meses.
Para el ejemplo de la maestría algunas estrategias podrían ser: matricular al menos 3 materias por trimestre; cumplir con el mínimo de asistencia exigido; dedicar 6 horas cada semana para los trabajos y tareas; unirme a un grupo de estudio con buenos estudiantes.
Si fuera para la meta que vimos en el paso 3 (rebajar 10 libras en 5 meses), algunas estrategias podrían ser: acudir a un nutricionista; hacer ejercicios 3 veces por semana, 20 minutos en cada sesión; reducir porciones en cada comida; evitar dulces, bebidas endulzadas, etc.
Recomendación: haz una lista de posibles estrategias y elige las 3 (ese es el número mágico) que sientes que te ayudarán a cumplir tu propósito de forma más contundente. Ese será tu plan de acción de 3 pasos.
# 5 – seguimiento y celebración
El último paso es dar seguimiento. Este seguimiento debe cumplir algunas condiciones básicas. Requiere ser:
- periódico – establecer si va a ser diario, semanal, quincenal, mensual;
- consistente – cumplir con la periodicidad que establezcamos en el punto previo;
- visual – crear nuestro equivalente a un tablero de anotación en el que registremos el puntaje logrado; las libras perdidas, las medidas reducidas, las calificaciones ganadas, los kms recorridos, etc.).
Hay 2 áreas esenciales a las que das seguimiento:
- Al propósito en general. Aquí vamos midiendo la brecha. Con el ejemplo de rebajar, puedes semanalmente anotar las libras perdidas o el nuevo peso. Eso te permitirá ver claramente si lo estás logrando o no. Si lo estás logrando ¡celebras! Haces algo significativo para ti para felicitarte.
- A la estrategia. Es muy importante tener un registro visual que nos permita ver si estamos cumpliendo con la estrategia establecida. Si yo me comprometí a caminar 3 veces por semana, 5 kms en cada ocasión, es importante que lleve un registro sencillo de esto para asegurarme que lo estoy haciendo.
El estar pendiente también del cumplimiento de la estrategia y registrarlo de forma visual, es lo que me ayuda a detectar por qué no estoy logrando o ni siquiera acercándome a mi propósito. Muchas veces es porque auto boicoteo mi estrategia; pero solo al darle seguimiento lo puedes constatar.
Si a pesar de estar cumpliendo a cabalidad tu estrategia no estás logrando tu objetivo, vuelves al punto 4 porque eso indica que hay que hacer ajustes o cambios en el plan de acción.
Para el seguimiento puedes usar calendarios, tableros de corcho, cartulina, post its o si eres muy tecnológico(a) te recomiendo buscar un app, una alternativa es Goal Tracker & Habit List.
Como regalo especial, te dejo estos vínculos para que descargues tu plantilla de propósitos. Hay 2 modelos.
¡Gracias por visitarnos!
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